miércoles, 27 de agosto de 2014

LA ESQUINA DE LA SOCORRO ¿ÚLTIMO ESLABÓN DE UNA TRADICIÓN DESAPARECIDA?

Tras casi un año sin escribir es mi blog, retomo mi tarea con muchas ganas. Debido a la realización y terminación de mis estudios, he tenido que dejar aparcado este rinconcito que tanto me gusta, pero por fin vuelvo. Y vuelvo con una entrada dedicada a una esquina, que año tras año es engalanada por una familia para recibir a la Patrona de este pueblo, la esquina de la Socorro.
Es curioso como una investigación, da lugar para muchas otras y eso me ha pasado a mí. Con motivo de la realización sobre mi Trabajo Fin de Máster, el cual versa sobre la historia de la Ermita, he ido recopilando información sobre Churriana de la Vega de toda índole. Información relacionada a nuestro pasado más remoto, en archivos eclesiásticos, pero también información recogida en hemeroteca y que versa sobre lo que podemos decir décadas más próximas. Y ha sido en estas décadas más cercanas, aunque no vividas por mi persona, donde me percato de cuantas tradiciones hemos perdido, pues desde hace unos años aquí veo que seguimos en la misma tónica de perder lo que en antaño tuvimos, tanto en lo que se refiere a fiestas religiosas como a profanas.
Hoy quiero hacerme eco de las noticias publicadas en prensa, en la década de los 70 y 80 del pasado siglo. En un momento en los que no existía dinero para festejos, el Ayuntamiento de Churriana de la Vega se las ingeniaba para poder celebrar unas fiestas aptas y dignas para que fuesen disfrutadas por todo el pueblo. Entre las muchas actividades que se hacían, y siempre con el fin de embellecer las calles del pueblo, el ayuntamiento realizaba un concurso de embellecimiento de calles y fachadas. Calles y Fachadas que coincidían con el recorrido de la  procesión de la Virgen de la Cabeza, un recorrido todo sea dicho, centenario y que siempre ha sido el mismo modificado por causas de fuerza mayor como pasa este año. Sería toda una maravilla el poder contemplar las calles engalanadas de nuestro pueblo al paso de Nuestra Patrona. Una decoración, que aunque no lo hallamos vivido tendría que ser de lo más simple, pero no por  más fea. Colchas, macetas, mantones de manila, cuadros religiosos... lo que cada uno pudiera para recibir a la Virgen por su puerta como buenamente pudiera. Es curioso como gente que no hemos vivido esto, gente que no sabíamos de la existencia de este tipo de concursos y engalanamiento de calles, gente que ni siquiera habíamos nacido (nos vamos a meter todos), cuestionemos lo poco que queda de esta tradición en el pueblo.
No pienso entrar en polémicas, pero realmente creo que la Esquina de la Socorro, es posiblemente el último eslabón de esta perdida tradición. Son las fuentes orales un medio para un historiador de conocer un pasado, y preguntando a mucha gente sobre historia de nuestro pueblo, sobre tradiciones, me dicen que esta esquina era un punto de encuentro, pero también un sitio en el que nunca ha dejado de estar decorado, como buenamente se podía, una tradición perpetuada hasta nuestros días y que ha pasado de abuelos, a hijos y a nietos. Una esquina donde nuestros antepasados han parado y esperado a la Virgen, la cual venía por una calle de tierra, un trozo de pueblo casí inexistente, pues en los llanos se comenzó a contruir poco a poco y era esta esquina el lugar donde el pueblo comenzaba a existir como tal.

Personalmente me encanta ver a la Virgen en esta esquina, es donde se siente el fervor de una familia y de un pueblo entero, donde parece que la Virgen sonríe más. Donde se le canta, se le homenajea, donde los costaleros la bailan cual ángeles que portan un trono celestial, donde la luna ilumina más a la Patrona y donde una lluvia de pétalos cae sobre nuestra Titular Mariana. Una esquina llena de historia, una esquina que con el tiempo y según los años, al igual que pasaba en antaño, se ha engalado con más o con menos cosas pero con el mismo cariño, para recibir a la Virgen como se merece y con todo el respeto del mundo.
Un mar de banderas azules y blancas, que al ser movidas por el viento, dan la sensación de un oleaje celestial, un arco de triunfo, haciendo alusión a la Realeza de María, y un palio de rosas blancas recordando que Ella no fue tocada por el pecado primero. Todo esto bajo la bendición del Santo Padre Juan Pablo II y ante un pueblo que con los ojos vidriosos de la emoción aplauden sin parar.
No soy partidario de que se pierdan las tradiciones, si son buenas para el pueblo, no es cuestión de un pulso, ni cuestión de una competencia, sino cuestión de engalanar por unos días un balcón, de abrir como hacían las personas mayores, algo que recuerdo yo, las puertas de sus casas, seña de que la Virgen era bien recibida y seña de que bendijera aquel hogar, donde días antes de la procesión la gente barría las puertas, limpiaba persianas y blanqueaba fachadas. 
Lo que me consuela es que ya bisnietos de los miembros de esta familia, se hacen con el legado familiar, y con ellos los que ayudan en todas las tareas de engalanar esta esquina. Ojalá se recupere una tradición que en antaño hubo y se perdió, y podamos ver cada año más calles engalanadas al paso de la Patrona, pero mientras esto suceda, sepan que  en la hemeroteca, existen breves retales de nuestra historia ya pasada que cuentan lo que en antaño pasaba en Churriana. Una historia escrita y que a pesar de la opinión de muchos es algo que no es un cuento, ni una invención.
Para terminar y para quien no conozca la esquina, y sienta lo que escribo aquí le dejo un enlace para que vea un vídeo. 
Venancio Galán Cortés